BIOGRAFÍA.

Mi nombre completo es María Consolación Cabero Domínguez el cual suelo abreviar por Consuelo Cabero.

Desde un punto de vista profesional puedo destacar cuatro etapas importantes. La primera etapa está representada por mi experiencia como investigadora.

Había obtenido mi título de Licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo y lo primero que hice fue el trabajo de investigación que luego presenté como Tesis Doctoral sobre “Astorga y su territorio en la Edad Media” (1987), publicada en 1995.

Después de aprobar las Oposiciones de Educación Secundaria y Bachillerato, comencé mi segunda etapa profesional como Profesora de Instituto impartiendo clases de Historia, Geografía e Historia del Arte a alumnos de Educación Secundaria y Bachillerato desde 1988 hasta 2020.

Trabajé 32 años como profesora, de los cuales los últimos 8 años impartí las clases en Inglés como Profesora Habilitada en ese idioma, dentro del Programa de Bilingüismo de la Comunidad de Madrid. Y esa es para mí la tercera etapa, por lo que supuso de ruptura y cambio en mi evolución personal y profesional.

Actualmente, estoy jubilada y ello me ha permitido empezar mi cuarta etapa formándome en Mindfulness y, actualmente, ya graduada como Instructora de Mindfulness, por REBAP INTERNACIONAL, bajo la dirección de Fernando A. de Torrijos.

Siempre me he considerado muy afortunada por las muchas oportunidades de formación que se me han presentado.

Por otro lado, a nivel personal, en muchos momentos de mi vida recuerdo haberme sentido diferente al resto de las personas de mi entorno: familia, amig@s, compañer@s.

Con frecuencia me sentía víctima de las circunstancias o de las personas, me sentía insegura, a veces discriminada y no suficientemente valorada. Yo siempre veía las causas de mis problemas fuera de mí y me sentía impotente, incapaz de cambiar las cosas.

Notaba que algo pasaba conmigo y no sabía lo que era. Busqué ayuda en libros de autoayuda, fui a terapia con más de un profesional y ellos me ayudaron a entender cosas importantes, como la influencia que las creencias tienen en la vida de una persona y que es importante revisarlas y, a veces, dejarlas atrás.

Emprendí un largo proceso de trabajo personal y evolución,  y mi vida mejoró considerablemente.

Sin embargo, el punto de inflexión para mí llegó cuando descubrí que era una Persona Altamente Sensible, PAS, un rasgo de la personalidad que comparto con aproximadamente un 20% de la población.

A partir de entonces empecé a comprenderme, a aceptarme, y comprobé que había muchas personas con características similares a las mías, también en mi entorno.

Los libros de Elaine Aron y Karina Zegers fueron para mí un gran descubrimiento y una reconciliación conmigo misma.

A partir de entonces, queriendo conocer mejor a las PAS, entré en el mundo del Mindfulness y la meditación.

Primero hice un curso de “Desarrollo personal, gestión del cambio y Alta Sensibilidad” y luego varios cursos de Mindfulness con los que me gradué como Instructora de Mindfulness.

Aprendí a no sentirme víctima, a responsabilizarme de lo que me pasaba en el presente y a aceptar lo que había vivido en el pasado.

Aprendí, también, a gestionar y reducir mis bucles de pensamientos negativos, a comunicarme de forma eficaz y amable, a poner límites, a relajarme, a valorarme, a disfrutar de lo que tengo y a valorarlo.

Ha sido un largo proceso que ha culminado en los últimos años, cuando tras mi jubilación, se ha ido produciendo un cambio total en mi vida: soltando muchas cargas inútiles y queriendo ahora apoyar a otras personas en sus procesos de transformación y de mejora.

Si yo he podido tomar las riendas de mi vida, confiar en mí misma, sentirme segura, valorada, apreciada, expresar mis opiniones y disfrutar de mi vida, también otras personas lo pueden hacer y yo puedo ayudarles a conseguirlo.